Tras la emergencia de anoche en la Subestación Silencio, Jhon Jairo Toro, gerente de la empresa Air-e, habló de la obsolescencia del transformador que fue consumido por las llamas y que dejó sin el servicio de energía a 55.000 usuarios.

Fue "un transformador de 1972 el cual prendió en llamas", dijo Toro.

Destacó que "gracias a la oportuna reacción de los bomberos se logró controlar dicho incendio que pudo afectar gran parte de la subestación".

Hoy con transformadores móviles se ha trabajado para energizar los circuitos que quedaron fuera a raíz de la emergencia.

Aseguró el gerente Air-e que se recibió "una operación con demasiada antigüedad, transformadores de más de 50 años que van perdiendo su vida útil".

"Obviamente al transformador se le habían hecho mantenimientos, pero recibimos una infraestructura bastante compleja", indicó.

Toro calificó el incendio como un "impase normal al recibir un sistema con bastante deterioro y complejo".

De hecho la misma Subestación Silencio es "bastante vieja".

La empresa Air-e informó que se evalúan las pérdidas. Igualmente, una vez se superó la emergencia se comienza a establecer las causas del año.

"De todos modos la infraestructura quedará bastante débil", dijo. Por ello se hizo un llamado al uso racional de energía.